PEDAGOGÍA

"Educar, sin dejar de sentir los recuerdos,
enseñar, sin morder los anzuelos del pasado,
pensar, sin olvidar mis habilidades y capacidades,
y preparar el camino con ganas e ilusión"

"Enséñame a enseñar
y te enseñaré a educar"

"Perdona los errores
y disfruta los triunfos"

LINARES DE LA SIERRA (HUELVA)

LINARES DE LA SIERRA (HUELVA)

martes, 6 de marzo de 2012

JOSEFA AMAR Y BORBÓN (1749- 1833)

Josefa Amar y Borbón nació en Zaragoza, en febrero de 1749, y murió el 21 de febrero de 1833. Ha sido considerada como un importante pedagoga y escritora española de la época ilustrada, siglo XVIII.

Provenía de familia muy acomodada e importante, hija de un importante médico de la época, que trabajaba con las personas más selectas de la sociedad.  Era tradición en su familia, dedicarse a profesiones liberales como son medicina y derecho. Sus hermanos se dedicaron a la milicia y a la Iglesia, mientras que ella fue una lectora apasionada, ya que aprendió diversos idiomas, como latín, griego, italiano, inglés, francés, portugués, catalán y un poco de alemán, para poder leer diferentes libros. Por lo tanto, alcanzó una gran importancia en su época, al ejercer con independencia su juicio y sus opiniones en los parámetros universalistas.

Conocía todas las obras de los ilustrados e ideólogos franceses, y también el pensamiento de John Locke. Todos influyeron en su pensamiento, ya que pasó de ser ilustrada a ser liberal. Aborreció la extrema religiosidad de la cultura de la época y pasó a formar parte del pensamiento laico, y por ello, nunca citó a escritoras religiosas, ni Santa Teresa ni Sor Juana, ya que para ella era como si no hubieran existido. Por lo que en este sentido, su feminismo fue más radical, ya que no estaba de acuerdo en que las niñas se debieran de educar en los conventos de las monjas, y mucho menos que existieran dichos conventos, ya que no apoyaba la vida que esas mujeres llevaban.

Se casó a los veintitrés años con un hombre viudo, al que apenas conocía, y mucho mayor que ella, Joaquín Fuentes Piquer (oidor de la Audiencia de Aragón) que murió tras una grave enfermedad en 1798, al igual que su hijo Felipe, tiempo después de este.

En 1782, fue nombrada como miembro de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, y en 1787, se unió a la de la Junta de Damas, vinculada a la Real Sociedad de Madrid, y posteriormente, a la de la Real Sociedad Médica de Barcelona.

Se dedicó principalmente a la traducción de obras científicas extranjeras, entre otras. Entre 1782 y 1784, tradujo seis tomos del ensayo histórico de la literatura española, contra las opiniones de algunos escritores modernos italianos, como Francisco Javier Lampillas y Girolamo Tiraboschi (1786), añadiendo además un índice de autores y de materias.

Más tarde, la Sociedad de Amigos del País de Zaragoza le encargó la traducción del “Discurso sobre el problema”, que trataba de la polémica de si corresponde a los párrocos y curas de las aldeas, instruir a los labradores en los elementos de la economía campestre, y  sobre el plan de Francesco Griselini. En 1783, escribió "Aritmética Española" y también tradujo "El Diario de Mequinez".
Defendió, en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, la independencia y la dignidad de la mujer, mediante la traducción de uno de los libros europeos más famosos sobre el tema, del autor Knox, “Essay moral and literary”; y también de varios discursos que escribió y pronunció, entre 1786 y 1790, como “Discurso en defensa del talento de las mujeres” en 1786, “Oración gratulatoria . . . a la junta de Señoras” en 1787, y “Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres” en 1790. En todos ellos defiende el Feminismo de la Igualdad, alegando que el cerebro no tiene sexo, y que las mujeres también tienen aptitudes para el desempeño de cualquier función política o social.

Josefa Amar de Borbón vivió casi toda su vida en Aragón, entre Zaragoza, Tarazona y Borja, donde dedicó todo su tiempo a la escritura y a la lucha por la igualdad de las mujeres con respecto a los hombres.

El texto a comentar se trata del "Discurso en defensa del talento de las mujeres, y de su aptitud para el gobierno, y otros cargos en que se emplean los hombres”, escrito en 1786, donde se muestran las desigualdades sociales entre hombres y mujeres, y la exclusión que estas sufrían al ser minimizadas e infravaloradas por la cultura de la época.

En la primera parte, Josefa menciona la creación del hombre y las numerosas disputas que se producirían entre estos, pero especialmente sobre el entendimiento de las mujeres, ya que las costumbres de la época, estaban arraigadas al poder de los hombres, mientras que las mujeres estaban sumergidas dentro de la figura del hombre. No tenían ningún tipo de mando con respecto a lo social y se les negaba la posibilidad de instruirse, ya que no existía ningún establecimiento destinado a las mujeres, sólo a los hombres, los cuáles culpaban a estas de todos los males que ocurría, si los héroes enflaquecían era culpa de las mujeres, si la ignorancia se apoderaba del pueblo la culpa era para las mujeres, etc. Soportaban todo tipo de injurias hacia su persona, y algunas se acababan creyendo todo lo que se decían de ellas.

En mi opinión me parece algo insólito, no ya por no dejar que las mujeres se instruyeran, que me parece algo muy rastrero por parte de los hombres, sino que encima sean estas las culpables de todos los males que ocurrían en la época; es algo que no entiendo, porque no puedo creer que personas que supuestamente eran educados dentro de unos conocimientos importantes, pudieran creer esa idea de que las mujeres son la causa de todas las desgracia, es que me parece una idea inventada totalmente por la religión.

En una segunda parte del texto, Josefa nos muestra su punto de vista, su negativa a la idea de la inferioridad de las mujeres, y por lo tanto, su interés por la igualdad entre hombres y mujeres, ya que muestra su inclinación por una igualdad física, alegando que tanto las mujeres como los hombres pueden llevar a cabo las mismas actividades, aunque tengan características naturales diferentes; y en mi opinión, considero que es lo único que realmente nos diferencia de los hombres, porque a nivel intelectual todos tenemos las mismas posibilidades, sin importar el sexo al que se pertenezca, por lo que me parece un hecho heroico que las mujeres en esta época se atrevieran a defender algo que les podía hasta costar la vida.

Por otra parte, se debate sobre el talento y la capacidad de las mujeres, como si se tratara de acontecimientos importantes, como si de un descubrimiento se tratara, ya que la sociedad quería tener controladas a las mujeres y a todos aquellos que quisieran saber más de la cuenta y no les correspondiera conocer nada. Josefa se planteaba la cuestión de por qué los hombres sí podían instruirse dentro de los conocimientos y las mujeres no, si ambos habían sido creados al mismo tiempo, y yo creo que para muchos, los hombres aparecieron antes que las mujeres, y que luego aparecieron estas para servirles de complemento, por decirlo sutilmente. Por lo tanto, los hombres han ido despojando a las mujeres de la suerte de tener un entendimiento ilustrado, por lo que estas nacen y se crían dentro de la ignorancia absoluta, mientras que los hombres las desprecian por eso, y por eso, estas se sienten persuadidas por no ser capaces de hacer otras cosas y sin ni siquiera creer que tengan talento para ello, ya que no cultivan más habilidades que las que pueden desempeñar dentro de los límites establecidos. El hecho de que los demás infravaloren la figura de las mujeres, provoca que las mujeres en sí, no sean capaces de ver en ellas las facultades que realmente poseen, ya que sus autoestimas no se encuentran en el nivel que deberían estar, por lo que no son capaces de ver lo que realmente valen y así exigirlo, y me parece algo que se sale de los límites que hoy en día aún se tiene sobre la figura de la mujer, y es algo inaguantable. Las mujeres por otro lado, estaban obligadas a ser hermosas y amables, por lo que su preocupación tan sólo se limitaba a cuidar el cuerpo y su imagen, de manera que eso las mantenía entretenidas.

Y por último, la autora en esta tercera parte, menciona las explicaciones que se daban acerca de las desigualdades sociales. En una parte del mundo, las mujeres son consideradas como esclavas y están rodeadas por tiranos, mientras que en otras, dependen de la figura de un hombre que decida su futuro por ella. En ambos casos, aunque no en igualdad de condiciones, ya que las mujeres esclavas no tenían ningún tipo de derecho, les conviene tener una total ignorancia y así conseguir que sus vidas sean más llevaderas, ya que quien no sabe, ni padece ni siente. Esta sumisión siempre ha existido y en muchas ocasiones sigue existiendo, pero desde hace millones de años, las mujeres han luchado por conseguir tener los mismos derechos que los hombres, y hoy en día, los tenemos, sólo que hay personas que no lo aceptan siguen siendo lo más machistas y retrógradas que puedan ser, lo que provoca que sigan habiendo casos, por ejemplo, de maltrato de género, de despidos en el trabajo por quedarse una mujer embarazada, de sueldos más bajos que los hombres, etc.


Josefa alega que si se pudiera hacer alguna reforma o algo, sería para que se instruyeran y se civilizasen los hombres, intentado así que el aprendizaje del uso de la razón rompiera los ataques que tras siglos y siglos han provocado que la mujer se mantenga en la ignorancia. Por lo que se debe reducir de la esclavitud en la que se encuentran una parte de las mujeres de la época y eliminar también la inferioridad de su talento con respecto a los hombres.

En conclusión, citaré una de las citas que Josefa defiende en este texto, “la fuerza, destruye la igualdad y borra la semejanza de unos a otros”, por lo que aunque la aptitud sea la misma tanto en el esclavo como en su señor, de poco servirá si se encuentran en una situación que les impide usar los derecho y la razón. Por lo tanto, la violencia no puede establecer leyes universales, sin embargo, las mujeres que se educan dentro de una cultura de tiranía e ignorancia, deberán acatar las reglas por ahora, sin poder decir nada en contra, por lo menos hasta que se pongan en manifiesto los derechos que las mujeres han ido reclamando.

En mi opinión, considero que el hecho de que existan diferencias naturales, siempre van a existir desigualdades entre ambos sexos, porque no se puede remediar, pero el hecho de ser diferentes físicamente, no significa que lo seamos psíquicamente, y eso se ha ido demostrando siglo tras siglo, con la intervención de las mujeres en la filosofía, ciencia, educación, etc.

Josefa Amar de Borbón es una escritora que se ha ido ganando la fama poco a poco, ya que al traducir las obras de otros escritores de la época, y escribir su propia colección de libros, tratando dicho tema de las desigualdades de género en su época, ha ido ganando en vocabulario y expresiones, adquiriendo un lenguaje culto e integral, que es el adecuado para explicar sus pensamientos en un nivel social alto, sin embargo, poco entendible para las personas de un nivel más inferior, o por lo menos, eso creo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario