Sólo CAMINAR

Mirar por la ventana,

encontrar un punto diferente,
correr tras él
y perderte en el cielo infinito.

Caminar por la vida,
deshojar margaritas,
y sonreír al recordar
las tardes juntos.

Acariciarte el pelo,
mecerte las mejillas
y colocar los ojos en un puño.

No caer de tristeza,
ni reventar de agonía.
No desear un castigo
ni calumniar una palabra.
No criticar una decisión
ni detestar tus caricias.
No mecer tu frialdad,
ni enfadar los diluvios.

Crecer contigo,
y amanecer despacio,
con motivos desordenados,
y con castigos enredados
que matizan los momentos,
y que fomentan tus actos.

Dormir tranquila,
desnuda en tu pecho,
acariciando los sueños
y enderezando los pétalos de tu carisma,
reivindicando mis pasos
y acercándonos lentamente.

Agarrar tu mano,
tus delicados dedos,
que me sacian
y me cuidan.

Percibir una entrañable palabra
que aliente mis deseos,
que contemple mis abrazos
y comuniquen mis besos.
para no dejar pasar la oportunidad,
para sonrojar mi piel
y conseguir un destino
que aumente nuestros sentimientos.

Mirar por la ventana
y seguir viendo ese punto,
esa estrella,
esa flor
y esas nubes,
que te acompañan
y te reflejan los designios
que se acercan sin remedio.

No huir,
no llorar,
ni desesperar,
no desmejorar,
ni dejar de desear,
no marginar
ni detestar,
sólo imaginar,
sentir,
mejorar,
escribir,
compartir,
y avanzar.

Miremos despacio,
mimemos los espacios
y conservemos los instantes vividos.
Recordemos lo guardado
y esperemos impacientes
ese futuro que nos embarra cada día
y nos aflora los deseos.

Pensar,
Respirar
y caminar...
Sólo necesitamos vivir...

Escrito por: Ángela Ramos Márquez.