PEDAGOGÍA

"Educar, sin dejar de sentir los recuerdos,
enseñar, sin morder los anzuelos del pasado,
pensar, sin olvidar mis habilidades y capacidades,
y preparar el camino con ganas e ilusión"

"Enséñame a enseñar
y te enseñaré a educar"

"Perdona los errores
y disfruta los triunfos"

LINARES DE LA SIERRA (HUELVA)

LINARES DE LA SIERRA (HUELVA)

viernes, 15 de julio de 2011

CRÍTICA

"EL MERCADO Y LA GLOBALIZACIÓN"
DE JOSÉ LUIS SAMPEDRO.

Conocer el mundo del mercado a nivel planetario, y experimentar a través de esta lectura sus aspectos positivos y negativos, han hecho que pueda apreciar la importancia de una buena organización en el ámbito económico, político y social; ya que todo influye y provoca desigualdades.
He podido apreciar cómo dentro del mercado, la economía y el poder social y político tienen el peso principal para el funcionamiento de la venta de productos, ley de la oferta y la demanda, de la subida y bajada de precios, etc.

El mercado por sí sólo, mueve las diferencias y las aumenta según la situación de cada país; ya que aquellas sociedades que se encuentran actualmente formando parte del Tercer Mundo (así lo llamamos nosotros), no tienen ningún tipo de oportunidad para crecer ni evolucionar, ya que no disponen de recursos económicos, e incluso intelectuales, para conseguir una producción en el mercado. Mientras estos países se encuentran en situaciones tan críticas, como no tener alimentación diaria, ni agua potable, ni siquiera un techo para vivir; los países con mejores recursos y posibilidades se llenan los bolsillos gracias a los avances que se están viviendo.

Por lo tanto, a la pregunta de si estamos en un mundo globalizado, mi respuesta es NO. “La Globalización Económica es totalmente antidemocrática”. Nadie nos hacemos responsables de las necesidades que una parte del mundo actualmente está viviendo, y hacemos caso omiso a lo que suceda, ya que pensamos que eso es algo muy lejano a lo que nosotros vivimos, y aún hay gente que piensa que eso no es posible.

Pues bien, vivimos en una sociedad repleta de diversidad, tanto ideológica, como religiosa, como política, como económica. Por lo que no se puede decir que exista Globalización, ya que no todos los países poseen del mismo poder financiero y especulador, por lo que no están al mismo nivel en producción, ni venta.

Sin embargo, estoy totalmente de acuerdo cuando José Luis Sampedro alega la idea de un Mundo Mejor. “Un mundo para todos porque es de todos… Más natural y más racional…” Un mundo en el que la igualdad se respete y se fomente, en el que no existan guerras ni conflictos políticos, un mundo en el que la crisis se haga insignificante. Un mundo en el que “se mitigue la injusticia y se consiga un mundo que sea para todos”.

Un Mundo que desde luego, bajo mi punto de vista, es casi imposible crear mientras unos pocos engorden y otros se mueran de hambre, donde unos rían por las desgracias de los demás, y donde no se tenga en cuenta las necesidades de todos y cada uno de los millones de personas que habitamos en este planeta.

Creo que se han cometido actos vandálicos en los últimos años, como la Guerra de Irak, el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York y el 11M en Madrid, que muestran a la perfección la crueldad de los humanos, el interés de cada nación por su egoísmo y el poder que tanto anhelan por tener. Y al igual que estos sucesos, todos los ocurridos a lo largo de la historia, que reflejan a la perfección la ambición del ser humano.

Somos seres ambiciosos y no nos para el sufrimiento de los demás; somos sociedades que estamos regulados por diferentes ideologías y no nos para el respeto, ni la igualdad a la hora de matar, o de castigar y mortificar a los demás; somos naciones con democracia, dictadura, república, etc. y no nos para el cuestionamientos de qué es mejor o peor a la hora de negociar, o de evolucionar, ya que miramos hacia dentro, hacia nuestra nación, hacia nosotros mismos, y no miramos hacia los demás, hacia el país vecino o hacia la nación que está en la otra punta del planeta.

Por ello, debemos de ser conscientes de que para mí lo que está bien, para otra persona puede estar mal, y que por ello las diferencias en el mundo van a existir siempre que haya diferencias ideológicas, religiosas, económicas, políticas, etc. y que la Globalización no consiste en hacer que todo eso sea único e igualitario para todos, sino que a nivel global, se deben de dar las mismas oportunidades a unos países y a otros, y cubrir todas las faltas que tengan. Se debe hacer que los diferentes países tengan el mismo acceso a Internet, por ejemplo (cosa que no ocurre), o que puedan sobrevivir con los recursos y avances que hoy en día tenemos. Aunque este proceso va muy lento, en este momento el interés es hacer que los más desfavorecidos tomen camino y se desarrollen, aprendiendo técnicas y consiguiendo herramientas que favorezcan sus desarrollos; ya que como he mencionado anteriormente, hay países que no tienen ni un trozo de pan que comer cada día.

Por lo tanto, y como conclusión a todo lo anterior, el mundo actual es un mundo imperfecto, lleno de irregularidades y de imperfecciones, ya que no se obtiene suficiente información como para actuar de manera perfecta, y no se controlan las complejidades del mercado, ni de la política, ni de la educación, ni de cualquier otro ámbito.



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