El tiempo es la magnitud que nos permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo así pasado, presente y futuro.
El tiempo hace que las personas maduremos y que cada instante acontecido no vuelva a tenerse, por eso dicen que “el tiempo es oro”, porque el tiempo no se repite, no vivimos los días siempre de igual manera, y por supuesto no es el mismo tiempo, aunque sí el mismo número de horas o de minutos o de segundo. Lo que quiero reflejar es que el tiempo es relativo según cada persona, cada aspecto y cada objeto, el tiempo pasa de igual manera para todos, eso no varía, pero sí que es diferente la vida de queda uno y cómo cada individuo emplea su tiempo.
El tiempo nos enseña a vivir, a sentir y a aprender, sin perder un instante porque no importa el tiempo que tardes o lo que cueste, ya que “el tiempo lo cura todo”, lo enseña todo y lo limpia todo; y eso nos hace ser personas, y nos diferencia de los demás: vivir la vida marcando un tiempo, una duración y un límite.
Sin embargo, algunos autores piensan que “el tiempo no existe”, porque…
Sinceramente, no sé si el tiempo existe o no, pero para mí el tiempo sí existe, y pasa cada instante que vivimos, porque desde que nacemos vivimos sucesos que no volvemos a vivir a lo largo de nuestra vida y eso constituye nuestro pasado, al igual que lo que ayer yo viví, o cualquier persona vivió, no volverá a repetirse, y constituye un día de tu pasado; porque no habrá otro 11 de enero de 2010 en tu vida, y eso es lo que hace que el tiempo pase, y por lo tanto que el tiempo sí exista.
Y ¿cómo se mide el tiempo?
El tiempo pasa y a veces no nos damos cuenta, vivimos aferrados al entretenimiento, al conocimiento y al aprendizaje, sin darnos cuenta de que todo esto nos lo aporta el tiempo y nosotros mismos, que luchamos por conseguirlo.
Si relacionamos el tiempo con la educación, podemos ver cómo nuestro aprendizaje se ve limitado por un horario lectivo, que nos indica qué vamos a aprender cada día, ajustando a cada día una serie de asignaturas según el horario que cada centro tenga.
Al ver este vídeo podremos ver un calendario con las diferentes asignaturas que el alumnado aprende cada día, y el matiz de dos recreos; algo que varía mucho según el centro escolar.
Cada etapa de nuestra vida nos enseña algo, y en cada una de ellas aprendemos cosas diferentes:
He encontrado una noticia de una pedagoga alemana, Donata Elschenbroich, que ha escrito un libro sobre el aprendizaje de un niño de siete años, “Todo lo que hay que saber a los siete años”.
El niño aprende a sonreír,
el adolescente a amar,
el adulto a ser responsable
y el anciano a vivir.
Aprendemos a lo largo de la vida,
sin motivos ni salida,
aprendemos con la experiencia
de vivir cada instante
disfrutando las recompensas
y esperando las virtudes.
Vivimos dejando pasar el tiempo
y congelando los momentos
que nos hacen sonreir y disfrutar,
y que nos regalan el sentimiento
de vivir sin previo aviso
y de morir en un instante decidido.
Nuestra educación
se nutre de ese tiempo,
crece con el tiempo
y muere con el tiempo;
no hay distancia en el tiempo,
ni cercanía en nuestros sentimientos,
sólo existe ese instante
que hace que el tiempo
y nuestros sentimientos
se retroalimenten,
y crezcan con rapidez;
olvidando las caricias del recuerdo
y las sonrisas del conocimiento,
porque todo acaba cuando pasa el tiempo.
(Fdo: Ángela Ramos Márquez)
Para acabar, recomiendo escuchar esta canción sobre el tiempo, escrita por Bebé. Se titula “Tiempo pequeño”.
Está bastante bien organizada esta entrada. Has abierto un abanico muy amplio para expresar "El tiempo" sin centrarte simplemente en el tiempo que pasa del relo.
ResponderEliminarLa poesía me ha parecido bastante bonita y tengo curiosidad si ha ido escrita por tí.
Un saludo
Gracias Mae.
ResponderEliminarPues sí, el poema lo he escrito yo.
xDD
Angela eres toda una poeta... que bonita la poesía. :)
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